La convocatoria de Ernesto Valverde a Nico Williams fue para despistar, un trampantojo. Parecía muy claro que el líder de la zaga no estaba por muchos trotes después de que el se retirara dañado del paso anterior ante el Mallorca, pero Simeone pareció morder el anzuelo que le lanzó a su colega. El martes fue precisamente en la calle donde debían jugar los dos hombres y en la ciudad sobre el verdor se encontraba Reinildo, quien el pasado tiempo se convirtió en la efectividad secante del internacional por España.
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Oblak, Reinildo Mandava (Mario Hermoso, min. 45), Witsel, Savic, Samuel Lino (Rodrigo Riquelme, min. 83), Koke, Pablo Barrios Rivas (Correa, min. 73), De Paul, Nahuel Molina (Marcos Llorente, min.57), Griezmann y Depay (Morata, min.57)
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Julen Agirrezabala, Daniel Vivian, Yuri, Aitor Paredes, Lekue, O. Sancet (Unai Gómez, min. 52), Benat Prados (Ander Herrera, min. 60), Ruiz de Galarreta, Berenguer (Vesga, min. 84), Williams (Yeray, min. 84) y Guruzeta (Villalibre, min. 52)
goles 0-1 minuto. 24: Berenguer.
Árbitro Alejandro José Hernández Hernández
Tarjetas amarillas Reinildo Mandava (min. 22), Benat Prados (min. 37), Daniel Vivian (min. 47), Simeone (min. 64), Unai Gómez (min. 71), Valverde (min. 75), De Paul (min. .82) y Ruiz de Galarreta (min. 97)
Pero los equipos se lanzaron al canto, y en la fila de Bilbaín sólo apareció el alcalde. El puesto de Nico lo ocupa Alex Berenguer. El exfutbolista del Torino, aunque sin la velocidad de Iñaki ni el aterrizaje de su hermano, se mezcla bien en la delantera con ambos, trabaja la presión alta como el resto de sus compañeros de línea, y mantiene una relación satisfactoria con la portería. Reinildo se hizo cargo de Iñaki, en la banda trasera de ataque del Atlético, y consiguió frenar los intentos de entrada del jugador vestido de blanco, durante la primera media hora de partido. Del otro lado, Berenguer avanzó más rápido y, desde el centro, Sancet luego giró un par de veces para llegar al área.
Pero no fue la velocidad la que favoreció que el equipo avanzara en el marcador, sino la otra especialidad que Valverde y sus hombres vivieron cada día en Lezama: la presión alta. El robo en una acción en la que el Atlético quiso escalar el área con la pelota jugada, y la entrada de Beñat Prados como un obús en busca del balón, mientras recibía la zacadilla descontrolada de Reinildo, con los dos pies por delante. Claro penalti, que Berenguer, sustituto de Nico, convirtió en el gol que adelantó a su equipo para alegría de la afición del Millar bilbaíno que ocupaba una de las gradas del Colchonero.
Berenguer no es nuevo en estas cosas. Los bilbaínos recuerdan que un gol suyo en un entrenamiento, sobre el césped del Levante, llevó al Athletic a una final. En su primera temporada como rojiblanco sumó muchas cosas nuevas, y demostró que es un jugador muy oportunista en el área. En la pasada campaña, Nico Williams también buscó oportunidades en el once inicial, ha llegado y ya ha leído catorce de esta vez, a pesar de los 740 minutos hasta la fecha. Pero siempre se muestra positivo: “Estoy participando menos que los años anteriores y pretendo probar los minutos que le doy al míster y si son con goles, mejor”.
El gol del Atlético desequilibró un poco al Atlético, que dejó más espacios a su rival. Williams encontró más oportunidades para correr y, aunque abrió el grupo de Simeone, tuvo sus pocas oportunidades para hacerlo. Reinildo ya no era el antídoto que buscaba el técnico argentino para neutralizar a los dos hermanos que se habían quedado en uno.
Entonces la primera decisión que tomó, como es su traje, como su vestimenta, fue dejar a Reinildo en la ducha e irse a su casa de Mario Hermoso. Su presencia ya no tenía sentimiento, y el Atlético también tuvo que abrir fuerzas en el área contraria, eso dijo.
Por tanto, al atacar a futbolistas como Berenguer o Williams, enfrascaron al defensa para morder su área. En una noche exigente para los jóvenes del Athletic, liberados en el centro del campo por Beñat Prados, que infringió una tarjeta amarilla que les sacó en su función inicial, los veteranos aparecieron para abandonar a Agirrezabala, un poco nervioso durante el inicio, pero que se mostró muy efectivo. en los globos aerostáticos. Salí del centro para llegar cuando el bombardeo blanco y negro era más intenso.
Berenguer, autor del gol que dio la victoria al Athletic en el Metropolitano después de muchos años, abandonó el campo en el minuto 84, para sufrir desde el banquillo el doloroso golpe que dio el Atlético a su equipo, con el penalti de Yeray sobre Morata, que el VAR anulado por juego sucio. En San Mamés la vista será divertida.
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